1 Protege frente a la radiación ultravioleta del sol y el envejecimiento.
La mayoría del cáncer de piel se debe a la radiación ultravioleta. Existen numerosos estudios experimentales, en modelos de piel y en ratones, que demuestran que la cafeína tiene un efecto antiproliferativo en los queratinocitos dañados por la radiación ultravioleta y es capaz de inducir la muerte de los mismos mediante apoptosis.
La cafeína administrada de forma tópica inhibe en modelos animales la formación de tumores inducidos por la radiación ultravioleta (2).
2 Protector del cáncer cutáneo no melanoma (carcinoma basocelular).
Las primeras evidencias aparecieron en las poblaciones europeas, en Noruega, posteriormente en Australia y Estados Unidos (3,4), donde se encontró que las personas que tomaban más de dos tazas de café al día tenían menor riesgo de tener carcinoma basocelular.
En cambio no encontraban esta disminución de riesgo con el carcinoma epidermoide.
En un estudio prospectivo, publicado en la revista de la Academia Americana de Dermatología, y realizado en una población asiática de 63.257 personas, se encontró que aquellos que bebían más de 3 tazas de café al día tenían menor riesgo de sufrir cáncer de piel no melanoma, de ambos tipos.
Encontraron la misma relación con la ingesta diaria de té, pero sólo para el carcinoma basocelular (5).
3 Disminuye el riesgo de melanoma.
Y con mucha evidencia y muy clara, siendo uno de los más relevantes beneficios del café en la piel.
En un meta-análisis (un análisis de estudios), de 7 estudios, que comprometió a 1.418.779 pacientes y 9211 casos de melanoma, se demostró una relación lineal entre el consumo de café y la disminución del riesgo de melanoma.
Cada taza de café más al día disminuye el riesgo de melanoma un 3% (6), también el café descafeinado. Para considerar.
4 Disminuye la sequedad de la piel, mejora la barrera cutánea y aumenta su vascularización.
En dos estudios llevado en pacientes, comparados con placebo, la ingesta diaria de polifenoles derivados del café aumentó la hidratación de la piel, recuperó el PH, disminuyó la pérdida transepidérmica de agua, disminuyó la descamación y aumentó su vascularización.
Se tradujo en dos meses en una piel más tersa y con mejor defensa del frio (7,8).
5 Efecto anti-inflamatorio global y disminución de la dermatitis.
Hace tiempo que se conoce que la ingesta de café disminuye la mortalidad de forma global, y además no sólo el riesgo de cáncer de piel, sino también el de endometrio, colon, próstata o hígado.
La ingesta de café también se ha relacionado con una disminución de marcadores de la inflamación circulantes en sangre, que puede justificar su efecto protector encontrado, no sólo en algunos tipos de cáncer, sino también en otras enfermedades inflamatorias crónicas (9).
En este sentido, en modelos animales, la ingesta de café ha demostrado también disminuir la intensidad de la inflamación de la piel (dermatitis) (10).